Reseña libro "La Morada irreal" por Anita Montrosis
13.11.2013 22:37
Por Ana Montrosis
La poesía de Giovanni Astengo, no es presumida, es sencillamente un recorrido por la infancia, un recorrido por todos aquellos amores que necesitamos perpetuar. Es la poesía que siempre aspira leerse frágil, quieta, como acopiada desde la raíz de un árbol y guardada delicadamente para el hijo, para esperar la muerte en la morada, acurrucados en la memoria.
/Tengo la cadencia/ el amor a ese lugar donde el destiempo nos pone a decir lo que ya no escribí/lo que nunca escribirá nadie por ser haikúes la experiencia/ lo inmediato/pero que nos nombra con su silencio.
Son variados los silencios (versos) que se plasman en el libro, algunos bordean el suspiro, otros hablan su fonema. Entonces me pregunto cómo es que ha
grabado el autor ese bello canto y cómo es que nos dice:
/Allí en la tierra llena de hojas/suelo pensar esa La morada irreal donde habitan y nostalgian los niños que algún día seremos.
Esos niños que habitan y que no pretenden alejarse, se besan con lo inmortal, se aferran fiel a lo inmediato y a la fantasía de la permanencia de estos versos que me recuerdan a Teillier, una vez instalado en Santiago, donde la nostalgia por el sur lo invito a recurrir al Larismo, pero Giovanni no intenta hacer un paisaje Larico, sino que es el ritmo dócil, armonioso del poeta que me estimula a nombrarlo.
LA MORADA IRREAL de Giovanni Astengo, es una casa imaginaria, donde al contemplar las habitaciones, una a una, se sabe como entrar sin mayor dificultad, una vez ahí la ocupamos sin incertidumbres, pero luego nada ni nadie pretende salir.
El autor en el poema OFICIO 1 señala:
/En esto consiste: Una palabra como señuelo que abra un libro/un libro soñado. El que siempre quisimos leer/Arropados junto al fuego.
Un libro escrito para leer lo deseado, para convertir esas palabras breves como la vida, esas palabras bellas como deseamos que sea la vida, en esas palabras que solo deseamos permanecer abrigados.
En esta morada imaginaria, el amor carnal y espiritual habita, no envejece, se detiene, se eleva y se acaricia.
/La luna llegó a creciente esta noche/Todos duermen/menos la muchacha que reinventó este amor y este cielo.
También el romanticismo en estos versos, es un suicidio donde el autor hace referencia al poeta francés Gerard de Nerval.
/“No me esperes esta noche amor, no me esperes”/ es un verso extraído del poema NERVAL COLGADO, es como no entrar en la cama ni beber del vino, es como fantasear con un poeta muerto que ama el misterio del duende nocturno.
Y en la casa irreal, también hay niños y Astengo recurre a ese niño que ya no es irreal, sino que es un dialogo con el oficio, con el oficio de la palabra, sobre la escritura, la propia escritura al borde de la humildad, porque se dice que todo está dicho y lo que no está dicho no debe repetirse.
Todo lo que escriba sobre ti hijo/ Ya está viciado, la poesía es solo un decir…/ Por ser ya lengua muerta/callo.
Pareciera que en este libro, la casa fuera un bello símbolo, una casa que no existe, pero que se apetece y se invoca a ella para no perecer, para no partir todavía /La casa que no existe en el bosque/ la casa escondida entre el follaje /la casa que es el mundo y a la vez solo tu casa/.
/la casa del bello aparecer de las cosas/.
Acercamiento a LA MORADA IRREAL de Giovanni Astengo
SÁBADO, 02 DE ABRIL DE 2011 16:47 COLUMNISTA ANA MONTROSIS

